¿Muestra la crisis venezolana que el socialismo no funciona?
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, golpea a un trabajador de la compañía petrolera estatal, Petróleos de Venezuela, S.A. Oficina de Prensa Presidencial de Miraflores | AP

Hay una gran cantidad de voces en los medios de comunicación que hablan sobre la crisis de hiperinflación en Venezuela y no para mostrar el sufrimiento de millones de venezolanos, sino para atacar la política de izquierda.

Viví en Venezuela entre 1995 y 1996, dos años antes de que Hugo Chávez llegara al poder. En ese tiempo, la inflación estaba al 100% (el FMI estima que el rango de inflación en el 2018 llegará al 1,000,000 por ciento) y la gente era forzada a ir a las tiendas con su sueldo para combatir el crecimiento mensual de precios, vaciando los estantes de mercancías básicas. La crisis económica no es desconocida en Venezuela.

La crisis actual se describe como la peor en toda la historia de Venezuela y, con miles huyendo del país, es difícil debatir tal argumento. Sin importar lo que hayan logrado los avances del gobierno de Chávez en términos de reducir la pobreza antes de su muerte en 2013, su sucesor, Nicolás Maduro, ha enfrentado una crisis que parece imposible de resolver.

De hecho, los problemas con respecto a la caída en la producción de petróleo, el aumento en la inflación, la fuga de cerebros, y el colapso de sueldos que únicamente han empeorado.

Sin embargo, cuando yo viví en Venezuela, era un país muy acostumbrado a los altibajos de la dependencia del petróleo; la maldición del petróleo en una economía carente de diversidad. La corrupción era endémica en ambos sectores, tanto el estatal como el privado.

En 1988, enfrentando un déficit causado por la caída de ingresos petroleros, el gobierno implementó un programa de austeridad apoyado por el FMI. Cuando subieron los precios de autobús, la gente empezó a manifestarse y el Presidente Carlos Andrés Pérez mandó tropas a las calles.

Más de 3,000 personas fueron asesinadas y muchas enterradas en fosas comunes. El Caracazo fue el evento que determinó la intención del oficio militar que cuatro años después intentó tomar el poder por la fuerza pero fracaso. Después de dos años fue liberado, inició un camino fuerte y directo hacia la presidencia.

Algunos años después de su elección en 1998, la oposición inició una huelga devastadora. En respuesta, el gobierno implemento un control de moneda para manejar la rápida decaída del bolívar.

Es aquí donde algunos de los problemas sobre la crisis de hiperinflación se derivan.

Restringiendo el acceso al dólar para los importadores y creando un rango artificial de intercambio que no era nada comparado con el rango real de mercado para los bolívares, este nuevo sistema creó un incentivo para obtener dólares importados por especulación. ¿Para qué molestarse en importar las medicinas o maquinaria esenciales cuando simplemente se puede vender un rango modificado de dólares en el mercado negro por un gran lucro?

Para los representantes del mercado libre, esta política, que causo la pérdida de miles de millones de dólares en la actividad del mercado negro, es prueba de que las políticas sociales inevitablemente causan colapso económico.

Mientras los precios del petróleo eran elevados, los problemas de las mercancías subsidiadas por el gobierno, vendidas en Colombia en un intercambio masivo y la venta ilegal de dólares, fueron ocultados. Pero, con el colapso de los precios del petróleo en 2014, los problemas ya no podían ocultarse.

Esta crisis escaló, pero el gobierno no cambió su rumbo ni abandonó la moneda y el control de precios. El miedo, sin duda alguna, era perder el apoyo de la clase obrera, ya expuesta a la pérdida del poder adquisitivo y la posible caída del gobierno.

Los críticos dicen que es debido a la corrupción con los que se encuentran conectados al gobierno disfrutando de la riqueza sobre las espaldas del intercambio ilícito del dólar.

La crisis venezolana no es producto únicamente del socialismo. Otros Estados han enfrentado crisis similares. Irán e Irak, ambos países petroleros, han enfrentado crisis similares recientemente. Los dos bajo variaciones de políticas neoliberales. En el caso de Irak, el Estado Islámico fue uno de los beneficiados.

Igualmente, Venezuela sufrió una severa crisis económica en el pasado bajo el manejo capitalista. La alta dependencia de los ingresos petroleros del Estado aumento bajo el gobierno de Chávez, debido a la larga crisis petrolera de los años 2000. Todos los intentos para diversificar la economía fracasaron.

Lo inteligente hubiera sido poner grandes cantidades de ingresos petroleros en ricos fondos soberanos, como muestra el ejemplo de Noruega, que le ha dado como resultado un fondo de trillones de dólares para fundar su alto nivel de vida.

Pero Venezuela enfrenta duros desafíos. Siguiendo una huelga política por la administración y empleados de la compañía petrolera estatal, entre 2002 y 2003, miles de personas fueron saqueadas y la producción fue en declive.

A pesar de esto, los ingresos fueron usados para fundar un aumento masivo en ayudar a los venezolanos en pobreza, construyendo 3 millones de casas e incrementando al acceso a la salud y a la educación. Sin embargo, ningún plan fue implementado para remediar la caída en los precios del petróleo.

El gobierno venezolano enfrentó ataques desde un inicio y raramente ha tenido un descanso debido a las sanciones implementadas por los Estados Unidos de América. Estas sanciones están dirigidas hacia las importaciones esenciales, incluyendo medicamentos y alimentos, desde el 2016. No obstante, esto no absuelve al gobierno venezolano de tener un responsabilidad significativa por la crisis actual.

Maduro no quiere adoptar la política de dolarización estándar del FMI para evitar el problema en donde el bolívar casi no tiene valor. Pero, si no encuentra una manera de restaurar confianza en la economía y su moneda, el dólar pasará a ser la moneda venezolana de cualquier forma.

La reciente conversión de moneda, que contiene cinco ceros al final de cada bolívar, es un intento para evitar tal resultado.

Con relación a los críticos inquietos, podrían echarle un vistazo a otros gobiernos en la región, incluyendo Bolivia, que sigue creciendo fuertemente, y Ecuador, que de igual forma ha logrado una reducción de la pobreza bajo su gobierno izquierdista. Sin embargo, el acto de asumir tal realidad no cabría dentro de la narrativa derechista que jura que el socialismo siempre provoca la pobreza y el hambre.

Por supuesto, cuando millones huyen de la pobreza y la violencia bajo gobiernos apoyados por los Estados Unidos de América, como lo han hecho por años en Latinoamérica, nunca culpan al capitalismo.

Traducido por Maicol David Lynch

Does Venezuela’s crisis prove socialism doesn’t work?

Morning Star


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Joe Gill
Joe Gill

Joe Gill is a journalist and author. He writes reviews and news analysis for Morning Star, the socialist daily newspaper published in Great Britain. He is also chief subeditor at Middle East Eye.

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