Venezuela: la guerra no termina

CARACAS (PL) — La Asamblea Nacional Constituyente (ANC) en Venezuela comenzó este fin de semana su tortuoso camino contra la agresión y para afianzar las conquistas de la Revolución Bolivariana, amenazadas por planes golpistas.

Jornada fructífera con la designación de un nuevo Fiscal General, Tareck William Saab, quien reemplazó a Luisa Ortega, considerada un eslabón importante de los planes desestabilizadores contra el gobierno del presidente Nicolás Maduro.

El foro constitucionalista entró a la palestra con buen pie y según su primer vicepresidente Aristóbulo Istúriz, con él la mayoría de los venezolanos votaron por la vida y por la paz. ‘La gente voto por el componente de la paz, con todo lo que trae. El rechazo a la violencia, al racismo, al fascismo al terrorismo, a la muerte, a la destrucción’, subrayó.

Entrevistado en el programa La Hojilla, transmitido en VTV, el representante popular a ese foro dijo que el pueblo también votó por la Constituyente para acabar con la guerra económica y la especulación, así como la defensa de la soberanía nacional ante la arremetida imperialista contra el país.

Pero, el peligro de la democracia venezolana, del proceso revolucionario, no parece estar en el interior del país, sino en el exterior, y desde los primeros momentos de la ANC se arreció la campaña emprendida desde hace meses.

Según el analista venezolano Eleazar Díaz Rangel, ahora el ataque está reforzado contra la ANC, que ‘ha llegado hasta el Vaticano y que no tiene comparación con otra agresión a ningún país, con su epicentro en Washington, se expande a casi toda América Latina y la Unión Europea. Pareciera que no cesarán en su empeño de desestabilizar el gobierno del presidente Maduro’.

Así aparece el Mercado Común del Sur (Mercosur) con su procedimiento para suspender a Venezuela con todo el componente ilegal que caracteriza todas las acciones contra este país y que tienen el indiscutible sello ‘Made in USA’.

Los cancilleres de estos países decidieron este sábado aplicar el Protocolo de Ushuaia, mecanismo que es ‘La Carta Democrática’ de la institución para suspender a algún estado miembro en el que se haya roto el orden democrático.

De acuerdo al artículo 3 de este procedimiento ‘Toda ruptura del orden democrático en uno de los Estados partes del presente Protocolo dará lugar a la aplicación de los procedimientos previstos en los artículos siguientes’.

Sin embargo, Venezuela denunció a través de un comunicado emitido por la Cancillería de la República, que la aplicación del mismo ‘resulta improcedente, toda vez que se fundamenta en falsos supuestos, en presunciones ilegítimas que no se corresponden con los extremos jurídicos compatibles con las disposiciones de esta normativa’.

Cabría preguntarse cómo golpista como los brasileños que desplazaron del poder a un gobierno elegido en las urnas por el pueblo, los argentinos, con un gobierno a la perfección para el gran capital y otras comparsas con envidiables record antipopulares, se atreven contra la nación que más veces fue a las urnas en los últimos años.

Sin lugar a duda es una decisión politizada que viola el derecho internacional y las normativas del bloque con el fin de continuar la persecución e intolerancia contra Venezuela, así como lo denunció este sábado la Asamblea Nacional Constituyente mediante un decreto en el que se rechaza esta nueva injerencia.

Pese a ese recrudecimiento de las amenazas, de la guerra mediática y de la también posible agresión, los constituyentes venezolanos seguirán su paso firme por la historia el próximo martes cuando vuelvan a retomar los reclamos y aspiraciones de millones de compatriotas cansados de la guerra económica y las mentiras contra el país.

En esta brega, los venezolanos no están solos, y cada día serán más pueblos los que se sumen al rechazo de la postura asumida por los cancilleres del Mercosur al suspender a Venezuela del organismo internacional, acción que no contribuye al diálogo político que pretende alcanzar la estabilidad y la paz del país.

Según los comunistas uruguayos ‘este nuevo y grave paso lejos de ayudar a superar la crisis política, social y económica de Venezuela a través del diálogo y la paz, fortalece la lógica de la confrontación’.

Es evidente que con la ANC la guerra no termina pero al menos los venezolanos podrán decidir su futuro y prepararse para responder a sus enemigos externos e internos, que de seguro no abandonarán los planes para apropiarse de los recursos del país.

Prensa Latina