El presidente de Cuba y los combatientes del coronavirus hablan sobre la pandemia
Cuban doctors file out during a farewell ceremony as they get ready to leave for Italy to help with the coronavirus pandemic, in Havana, Cuba, April 12, 2020. | Ismael Francisco / AP

El Presidente llegó tempranito, cuando todavía el sol abrasador de estos días, era una caricia sobre los hermosos jardines del Centro Internacional de Salud La Pradera, al oeste la Capital. “Bien temprano, para que puedan estar pronto en sus casas, que es lo que más ansían”, dijo a manera de explicación de aquella cita a las 7:30 de la mañana.

Miguel Díaz-Canel, Presidente de la República de Cuba, se reúne con los colaboradores de las Brigadas Henry Reeve que regresaron de Andorra, Nicaragua y Antigua y Barbudas. Foto: Estudios Revolución.

El tono era muy familiar. Como en la bienvenida virtual, ahora en la presencial, Miguel Díaz-Canel presentó a sus acompañantes (Marrero, Morales, Bruno, Rodrigo, Portal) por sus apelativos más conocidos y el cargo que ostentan, después que todos cantaran juntos el himno de la Patria, nasobucos mediante, como mandan las normas para la fase epidemiológica que vivimos.

Bienvenidos a Casa, se leía en la gran pancarta detrás de la presidencia. Desde ella, Díaz-Canel calificó de hazaña las misiones cumplidas por los 52 colaboradores reunidos en la pequeña sala del Centro (34 en Andorra, 13 en Antigua y Barbuda y 5 en Nicaragua), que acaban de concluir la llamada cuarentena, que los libera de dudas sobre posibles contagios, antes de volver a sus hogares.

Luego explicó la situación actual del país y adelantó que se irán implementando gradualmente nuevas medidas en los próximos días para mantener bajo control el curso de la pandemia. “No quiero exagerar, dijo, pero hemos logrado que esté pasando como una enfermedad más”.

Resaltó el Presidente los decisivos aportes de las investigaciones y los protocolos aplicados por científicos, académicos y profesionales de la medicina cubana, “de los que tanto hemos ido aprendiendo”.

Destacó datos como la baja letalidad, que transitó de un promedio sobre 4 en los peores momentos al actual 1,7; sólo 4 muertes en los últimos 42 días y la alentadora evolución de los pacientes, de los cuales cada vez menos llegan a estadíos graves y menos aún a críticos.

“Admiración, cariño y reconocimiento profundo es lo que venimos a traerles”, comentó el mandatario. “Y es lo que les ha dado nuestro pueblo, desde que llegaron a Cuba y los habaneros salieron a aplaudirlos de noche y bajo un largo aguacero”.

Entonces Díaz-Canel invitó a los colaboradores presentes a contar. A enseñarnos.

El Dr Edelsy Delgado, intensivista del hospital Gustavo Aldereguía, de Cienfuegos, escribió un diario durante los tres meses de trabajo en el Principado de Andorra, donde se resumen los aprendizajes y aportes que les dejó esta misión en un país tan pequeño como desarrollado.

La exposición de Edelsy fue exhaustiva en cuanto a los procederes terapéuticos y el nivel de informatización que les resultaron más útiles y desafiantes, pero llamó especialmente la atención sobre el ahorro como principio de los procesos hospitalarios de una nación tan desarrollada.

Interesante: No hay diferencias sustanciales en la formación de un intensivista andorrano y uno cubano. Sí hay diferencia en el grado de independencia que tienen las UCI allá, del resto de los servicios hospitalarios, algo que en Cuba hace más complejos y costosos los cuidados intensivos.

“Créame que estuvimos a la altura de Cuba”, dijo finalmente el Dr Edelsy.

Detrás la enfermera camagüeyana Leidisbet López Cantero, la abanderada que no pudo evitar las lágrimas al bajar del avión que la trajo a La Habana y encontrar a su madre y su hijo hablando de ella en el vídeo de la bienvenida. Ella fue la coordinadora de enfermería de la brigada en su primera misión internacionalista.

Médicos cubanos. Foto: Estudios Revolución.

Su experiencia la resumió en dos ideas: Al llegar, el personal de enfermería andorrano sólo nos superaba en el nivel de informatización y en siete días aprendimos a dominar el sistema. Llegamos a Andorra con una situación muy complicada y nos despedimos de Andorra libre de COVID.

El Dr Elso González Mendoza, tunero que antes estuvo en el enfrentamiento al ébola en Sierra Leona y cumplió misión en Bolivia hasta que se produjo el golpe a Evo, añadió interesantes experiencias de la atención al paciente geriátrico y los métodos de hidratación subcutánea. En Andorra comprobó la utilidad de estas prácticas con enfermos de más de 100 años y otras patologías asociadas.

El Dr Michael Cabrera Laza, jefe del grupo de cinco asesores destacados en Nicaragua, contó emocionado que recorrieron los 17 departamentos de ese país y en todos, absolutamente todos, encontraron la huella del paso de algún médico o maestro cubano o la presencia de algún líder formado en Cuba. “Y en cada acción que hicimos, estaba Fidel”.

Por último hablaron los enfermeros Francisco Gonzalo Prada de Sancti Spíritus, Liliana Martínez, de Holguín, y Aldo Moreira, de Camagüey, todos de la brigada de Antigua y Barbuda, compuesta en su mayor parte por personal de enfermería.

Ellos  trajeron el testimonio de sus propias emociones frente a la positiva transformación de los pacientes cuando les dicen que son cubanos quienes los están atendiendo.

“No me equivoqué. Estoy donde tenía que estar” cuenta que se dijo a sí mismo, Carlos cuando fue testigo de esa confianza. Y remató afirmando: “Estaremos donde más honra le demos a la Patria. El buen hijo siempre está donde la madre lo necesita”.

Díaz-Canel respondió a sus palabras con su habitual sencillez: “No queremos demorarlos más. Es un honor que las primeras horas de esta semana las hayamos compartido con ustedes”.

Y agregó: “Vamos al mundo con voluntad solidaria. Entregamos mucho de algo que casi nadie entrega generosamente: amor y solidaridad.

Miguel Díaz-Canel, Presidente de la República de Cuba se reúne con los colaboradores de las Brigadas Henry Reeve que regresaron de Andorra, Nicaragua y Antigua y Barbudas. Foto: Estudios Revolución.

“Pero, aclaró, también aprendemos mucho”. Y dijo que se estudiarían y replantearían los procesos de la unidades de terapia intensiva  (UCI), así como se avanza y se avanzará aún más en la informatización de los hospitales.

“El amor es la clave de lo que ustedes logran. El otro aporte es ideológico. La defensa de la Revolución, la Continuidad.

“A ese gobierno (Trump) que se ha empeñado de manera enfermiza en denigrar y atacar la labor de nuestras brigadas médicas; que ha tratado de poner en duda la formación y la profesionalidad de nuestro personal de salud, ustedes le han dado una respuesta magnífica, que aplasta toda la maldad”.

“Han llegado a acusarnos de trata de personas, cuando lo que distingue a la medicina cubana es la dignificación de la vida humana.

Con un reiterado mensaje de gratitud, admiración y respeto por lo que han hecho, por “salvar vidas y enaltecer valores”, se despidieron el Presidente cubano y su comitiva de La Pradera, no sin antes advertir a los colaboradores:

“Aguanten el corazón, que ahora van a sentir más fuerte la bienvenida”.

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Arleen Rodríguez Derivet
Arleen Rodríguez Derivet

Cuban journalist and host of the Cuban television program "Round Table." Periodista cubana y conductora del programa de la televisión cubana “Mesa Redonda”.

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