El muy esperado informe al Congreso del general David Petraeus, comandante de las fuerzas militares estadounidenses en Irak, no hizo nada para cambiar la opinión del pueblo norteamericano, cuya gran mayoría se opone a la guerra según nuevas encuestas que salieron al público esta semana. Ni parte de la información que el gobierno de Bush hizo público antes del testimonio de Petraeus y el embajador estadounidense a Irak, Ryan Crocker, igual como el discurso del presidente Bush tuvieron muy poco efecto en la opinión pública.

De acuerdo al sondeo del Centro de Investigaciones Pew 67 por ciento de los 1.501 entrevistados dijeron que su punto de vista no había cambiado, mientras un 12 por ciento dijeron estar menos optimista. Otras encuestas de Reuters/Zogby y de USA Today/Gallup encontraron números similares.

Petraeus y Crocker trataron de convencer al público y al Congreso de que con la entrada de 20.000 nuevos soldados de combate pudieron mejorar la situación en Irak. La mayoría en las encuestas no creen esto. Más piensan que Estados Unidos fracasando en Irak que teniendo éxito.

Solamente entre los que se definen como republicanos hay una mayoría que piensan que EEUU está teniendo éxito en cuestión de derrotar a la resistencia armada iraquí y reducir las bajas entre civiles. No obstante, solo una minoría de republicanos, aunque más que los que se definen como demócratas o independiente, piensan que se está previniendo una guerra civil en Irak.

Antes del informe del general, la coalición pacifista Unidos por la Paz y Justicia (UFPJ por sus siglas en inglés) publicó un comunicado en donde dijeron que no esperaban que el informe hable “de los cientos de miles de civiles iraquíes muertos por la guerra y ocupación estadounidense”, notando que la revista médica prestigiosa británica Lancet había científicamente estimado que habían “650.000 muertos hace dos años y las pérdidas han aumentado desde entonces”.

El comunicado notó también el costo a este país, empezando con la pérdida de 3.737 soldados y más de 27 mil heridos. Casi la mitad de los integrantes de la Guardia Nacional están sufriendo de problemas sicológicos debido a la guerra. Entre los otros servicios militares tienen problemas sicológicos de 31 por ciento a 38 por ciento.

Apunta la coalición pacifista que el costo de la guerra está a $456 mil millones, y que se espera que a largo plazo aumente cinco veces esa cantidad. El costo de la guerra puede usarse para pagar por más cuatro millones viviendas para gente de bajo ingreso, casi ocho millones de profesores para las escuelas del país, o seguro médico por un año para cerca de 273 millones de niños.

Los iraquíes mismo no quieren a las fuerzas militares de extranjeros en su país. Phyllis Bennis del Instituto de Estudios Políticos nota que las encuestas enseñan casi la mitad quieren que las tropas estadounidenses y británicas salgan inmediatamente y 85 por ciento dicen no tener ninguna confianza en las fuerzas de ocupación. Un 70 por ciento de los iraquíes dicen que hay más peligro con las nuevas tropas recién introducidas en Irak, contrario a lo que afirma el general Petraeus y el presidente Bush.

Una cosa que sí han encontrado apoyo en EEUU del informe de Petraeus fue cuando él dijo que pensaban que podían retirar unas 30 mil soldados para el verano que viene. No obstante, esto sería todavía un aumento de lo que existía ante del aumento recién. Aunque el aumento recién fue de 20 mil soldados de combate, otros soldados no combatientes fueron enviados, incluso policía militar. A principio del año habían entere 130.000 a 135 mil tropas en Irak. Con el aumento ese número creció a 169.000, número más alto de tropas en toda la guerra. Si retiran a 30 mil el próximo año, habrán 139.000, más de cuanto empezamos el año.

Las encuestas dicen que no solo son los republicanos y el gobierno de Bush que se ven mal con el público por la guerra.

Mientras que solo como 30 por ciento de la población dice que el presidente Bush está haciendo un buen trabajo, menos piensan que el Congreso dirigido por los demócratas está haciendo un buen trabajo. La diferencia es que estos dicen que el Congreso no está haciendo lo suficiente para retar a la política de Bush.

En el sondeo de Pew 61 por ciento de los demócratas y 48 por ciento de los independientes dicen que el liderazgo demócrata del Congreso no hace lo suficiente para desafiar a la política del presidente. Entre los republicanos, 19 por ciento creen que el Congreso debe desafiar más a Bush.

Las encuestas muestran lo mismo que las manifestaciones contra la guerra como la de miles el fin de samana pasado en Washington — repudio a la política de Bush y presión a los demócratas del Congreso para que pongan fin a la guerra. La próximas manifestaciones, organizadas por integrantes de UFPJ, en diez diferente ciudades del país el 27 de octubre.

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