Presidente de México quiere alianza internacional contra bloqueo a Cuba
Cuban President Miguel Diaz-Canel, right, and Mexico's President Andrés Manuel López Obrador speak after signing bilateral agreements at Revolution Palace in Havana, Cuba, May 8, 2022. | Yamil Lage / Pool Photo via AP

Con motivo de la reciente visita del presidente cubano Miguel Díaz-Canel a México, el líder de ese país, el presidente Andrés Manuel López Obrador, (AMLO) planteó la posibilidad de que muchas naciones cooperen para oponerse al bloqueo de Estados Unidos contra Cuba.

AMLO se ha convertido en el campeón de Cuba en la arena internacional, y quizás no por casualidad: los gobiernos de las dos naciones se originaron cada uno de las revoluciones sociales y políticas.

Los dos líderes también han construido una estrecha relación personal. Díaz-Canal visitó México en septiembre de 2021. AMLO estuvo en Cuba en mayo de 2022. Y AMLO se negó a asistir a una Cumbre de las Américas organizada por Estados Unidos en Los Ángeles en junio de 2022 porque Cuba había sido excluida.

Acompañado por funcionarios del gobierno cubano, Díaz-Canel se unió el 11 de febrero a AMLO en el estado mexicano de Campeche. Que los equipos médicos cubanos estén trabajando allí ahora puede haber ayudado a determinar la ubicación de la reunión.

En declaraciones en un centro médico, AMLO elogió la solidaridad médica de Cuba y describió las necesidades sociales insatisfechas de su propio pueblo. Llamó al gobierno de Estados Unidos a poner fin al bloqueo a Cuba:

“Cuba tiene nuestro respeto, nuestra gratitud, nuestro apoyo y vamos a seguir exigiendo el levantamiento, la eliminación del bloqueo contra Cuba, que es inhumano. Y hay más que votar en Naciones Unidas donde siempre se aprueba por mayoría abrumadora la resolución antibloqueo, y luego se vuelve a ser como antes.

“Le prometo al presidente Miguel Díaz-Canel que México estará liderando un movimiento más activo para que todos los países se unan y defiendan la independencia y soberanía de Cuba. Ya no se hablará más de tratar a Cuba como un país terrorista ni de poner a Cuba en la lista de supuestos terroristas”.

Cuba ha podido contar durante mucho tiempo con el apoyo de México. Mientras se desarrollaba la invasión de Bahía de Cochinos patrocinada por Estados Unidos en 1961, el expresidente mexicano Lázaro Cárdenas habló en defensa de Cuba ante 80.000 personas en el Zócalo de la Ciudad de México.

Poco después, el gobierno de México respaldó a Cuba en las Naciones Unidas. Más tarde, México rechazó los llamados de la Organización de los Estados Americanos, dominada por Estados Unidos, para que los estados miembros impusieran sanciones económicas contra Cuba y rompieran las relaciones diplomáticas.

Hablando ante los líderes cubanos en mayo de 2022, AMLO recordó “los tiempos en que Estados Unidos quería adueñarse del continente…. Se iban anexionando, decidiendo la independencia donde sea; crear nuevos países, estados libremente asociados, protectorados, bases militares; e… invadir.

El gobierno de Estados Unidos, declaró, necesita saber “que una nueva relación entre los pueblos de América… es posible”.

Estando en Cuba firmó acuerdos para que jóvenes mexicanos estudien medicina en Cuba, para que Cuba proporcione a México vacunas anti-COVID y para que cientos de médicos cubanos trabajen en México en áreas desatendidas.

Meses antes, en septiembre de 2021, Díaz-Canel fue el invitado de honor en las celebraciones en la Ciudad de México del 200 aniversario de la independencia nacional de México. Al dar la bienvenida a su invitado, AMLO elogió la firmeza de Cuba en la defensa de su revolución. Al hacer un llamado a los líderes políticos estadounidenses para que levanten el bloqueo a Cuba, apeló a su sensatez y racionalidad, sin decir nada sobre la unión de las naciones en oposición al bloqueo.

“El gobierno de los Estados Unidos debe levantar el bloqueo contra Cuba porque ningún estado tiene derecho a subyugar a otro pueblo o a otro país… Y se ve muy mal que el gobierno de los Estados Unidos utilice el bloqueo para herir al pueblo de Cuba para obligarlo por necesidad a enfrentar a su propio gobierno… El presidente Biden, que muestra sensibilidad política, debe tener una visión más amplia y poner fin de forma permanente a la política de agravios contra Cuba”.

Sin embargo, el énfasis fue diferente cuando los dos líderes se reunieron el 11 de febrero en Campeche. AMLO dio a conocer un enfoque evolucionado y más contundente para poner fin al bloqueo. Otorgó a Díaz-Canel el más alto reconocimiento de México extendido a notables extranjeros, el Águila Azteca, y luego elogió a Cuba como un caso especial por su enérgica resistencia a la aplicación de la Doctrina Monroe por parte de Estados Unidos. Él continuó:

“También sostengo que es hora de una nueva convivencia entre todos los países de América porque ese modelo impuesto hace más de dos siglos está completamente agotado, es anacrónico y no tiene futuro. No hay salida, ya no beneficia a nadie, hay que dejar de lado el canje que se nos impone o ir con Estados Unidos o estar en la oposición, con valentía ya la defensiva.

“Es hora de expresar y explorar otra opción, la del diálogo con los líderes de todos los países y en especial con los líderes de Estados Unidos, y convencerlos y persuadirlos de que es posible una nueva relación entre los países de nuestro continente, de toda América. Creo que ahora las condiciones son perfectas para lograr este objetivo de respeto mutuo”.

En una entrevista posterior, el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, ofreció algunos detalles:

“El presidente López Obrador quiere reunir a los presidentes de los estados progresistas de América Latina para abordar la seguridad alimentaria, el bienestar y otros temas que son importantes para nuestra comunidad de naciones. Esto es algo que tenemos que discutir con otros cancilleres y avanzar en los próximos meses”.

Los gobiernos progresistas que AMLO tiene en mente, según Ebrard, son México, Argentina, Brasil, Colombia, Cuba, Venezuela, Bolivia, Chile y Honduras. Incluyen “las tres economías más grandes de América Latina”. La implicación puede ser que estos países, colaborando en varios temas, incluidos los políticos, tienen suficiente influencia económica para presionar a los Estados Unidos sobre Cuba.

El propio Díaz-Canel ha ido construyendo otros puentes. En las últimas semanas visitó Belice, San Vicente y las Granadinas y Barbados, con motivo de la VII Cumbre CARICOM (Comunidad del Caribe)-Cuba.

El enfoque de AMLO en las naciones progresistas es crucial. Ha trabajado para revivir la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) como un vehículo para la acción colectiva, a pesar de la participación allí de naciones gobernadas por conservadores. Sin embargo, no asistió a la cumbre de la CELAC que tuvo lugar en enero y, por lo tanto, puede estar desanimado en cuanto a las perspectivas de que la CELAC cumpla sus propósitos.

El poder de AMLO para orquestar el apoyo regional es limitado. Sólo restan 18 meses de su mandato de seis años como presidente de un país dependiente económicamente de Estados Unidos y dividido geográfica, étnica y por clases sociales.

Sin embargo, Cuba, cuyos recursos externos para poner fin al bloqueo económico de los EE. UU. no son infinitos, necesita desesperadamente una asociación internacional que ofrezca poder de persuasión. Los salvavidas lanzados por AMLO son un comienzo en esa dirección.

Foto: El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, a la derecha, y el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, hablan después de firmar acuerdos bilaterales en el Palacio de la Revolución en La Habana, Cuba, el 8 de mayo de 2022. | Yamil Lage / Pool Photo vía AP


CONTRIBUTOR

W. T. Whitney Jr.
W. T. Whitney Jr.

W.T. Whitney Jr. is a political journalist whose focus is on Latin America, health care, and anti-racism. A Cuba solidarity activist, he formerly worked as a pediatrician, lives in rural Maine. W.T. Whitney Jr. es un periodista político cuyo enfoque está en América Latina, la atención médica y el antirracismo. Activista solidario con Cuba, anteriormente trabajó como pediatra, vive en la zona rural de Maine.

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