El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, exigió la aplicación de la Carta Democrática y expulsión de Venezuela del organismo internacional con el argumento de una “crisis humanitaria” provocada por el gobierno de ese país, a quien señala de autoritario y acusa de “impedir elecciones libres que le devuelvan el poder al pueblo”.
“Tras el ataque del secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, a Venezuela se esconden los intereses de las élites políticas y económicas de América Latina por los grandes recursos minerales y naturales”, sostuvo el analista político Miguel Jaimes en entrevista para el sitio web de teleSUR.
Almagro presentó el pasado 14 de marzo un informe sobre Venezuela financiado por la ONG International Crisis Group, auspiciada por la petroelra Exxon Mobil; el estudio también fue patrocinado por el Instituto Americano de la Empresa, que a su vez es respaldado por una petrolera con claros intereses en los recursos energéticos venezolanos.
En su informe, Almagro expresa “preocupación” por Venezuela, pero omite hablar sobre las evidentes crisis que viven países alineados a los intereses de EE.UU. como Argentina, México y Colombia.
Miguel Jaimes afirma que Luis Almagro no atiende la situación en Argentina o Brasil, debido a que actúa según los intereses de los grupos económicos y políticos existentes en la región. En Brasil, tras el golpe de parlametario a la presidenta Dilma Rousseff y las masivas movilizaciones contra el gobierno de facto de Michel Temer, la OEA no se pronunció para rechazar la ruptura del orden democrático en el gigante del sur.
En Argentina, el presidente Mauricio Macri ha a atacado a medios y periodistas y ha iniciado una persecución judicial y política contra lideres sociales como Milagro Sala. A pesar de la denuncia de organizaciones defensoras de derechos humanos ante instancias internacionales, Almagro no ha denunciado los abusos del Estado argentino y su campaña de hostigamiento a organizaciones y líderes sociales.
Luis Almagro se ha reunido con dirigentes de la derecha venezolana y figuras públicas que han denunciado la persecución y represión por parte del Gobierno de Venezuela, sin embargo, no atiende las denuncias de asesinatos a lideres sociales en Colombia.
Entre 2016 y 2017 han sido asesinado a 130 dirigentes sociales, 80 de los cuales perdieron sus vidas desde la firma de los acuerdos de La Habana en noviembre pasado, situación que atenta contra el proceso de paz en Colombia, sin embargo, Almagro no ha emitido ningún tipo de condena al Estado colombiano por el incumplimiento de lo pactado en Cuba.
El secretario general de la OEA se preocupa por la situación alimentaria en Venezuela y no se ha pronunciado por que a 40 por ciento de los colombianos no les alcanza para comer, ni afligido por que el país el año pasado haya registrado el lamentable récord de 46 niños fallecidos por desnutrición el zona de la Guajira.
El silencio de Luis Almagro ante situaciones de desigualdad e inequidad en América Latina es una clara muestra de los intereses que se esconden tras las acciones contra Venezuela.
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